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El ganador de siete copas del mundo de pistola neumática y el dueño de seis medallas de oro en los Juegos Nacionales del 2008 en Cali hacen una llave inseparable desde hace 37 años, cuando Bernardo Julián llegó al mundo en el hogar de Bernardo y Gloria.
Son los Tovar, una apellido legendario en el mundo del tiro deportivo con historia desde la década de los setentas. En ese momento, el polémico Bernardo le trasladó el mismo pensamiento a Bernardo Julián, el niño que creció en medio de polígonos y armas que fueron moldeando su carácter hasta seguir los pasos y los tiros de su padre.
Hoy, el mundo del deporte paranacional los une aún más en la óptica del juzgamiento y la logística. En menos de 12 horas le cambiaron la cara al centro de convenciones Alfonso López Pumarejo, en la Gobernación del Tolima, donde no menos de 200 deportistas disputaron medallas en ajedrez y billar.
A la mañana siguiente, un nudo de cables eléctricos, pantallas, monitores, dianas, luces y farolas le dieron vida al escenario para el campeonato de tiro en pistolas y rifles, como resultado de la continuidad que se le ha dado a este torneo desde el año 2008.
Padre e hijo piensan y trabajan como uno solo. Organizan, imparten órdenes, acomodan implementos y les dan orientaciones técnicas a los jugadores transmitiéndoles gran parte del bagaje adquirido en tantos años de participaciones y logros nacionales e internacionales.
“Lo mejor que he hecho en mi vida son mis dos hijos, Bernardo Julián y Natalia, ambos apasionados por este deporte, aunque lo confieso, no quería que mi hijo siguiera esta actividad, pues desde pequeño a él le apasionaba el fútbol. Mi niña fue patinadora y estuvo vinculada al club de Luz Mery Tristán”, indica Bernardo padre.
Recuerda con orgullo entre sus máximos logros las siete copas del mundo en las que impuso su nombre y la tanda de medallas en mundiales y eventos del ciclo olímpico, “pero sobre todo el temple de la gente en aquellos años para superarse en medio de dificultades económicas y logísticas”.
A sus 37 años de edad, Bernardo ya tiene un historial respetable como deportista después de probar en el tiro con arco, en las pistolas y en las escopetas, hasta llegar a consagrarse como uno de los deportistas más productivos en los Juegos Nacionales del 2008, cuando obtuvo seis medallas de oro.
La unión familiar y también el destino los tiene aquí, en los IV Juegos Paranacionales, donde sienten la satisfacción de estar contribuyendo a cimentar un proceso que va a dar muy buenos resultados en un futuro. “Estamos haciendo escuela y debemos contribuir al apoyo para este sector que en el tiro ha estado un poco abandonado. Ellos nos enseñan la esencia de todo lo humano y nosotros estamos llamados a ayudar en su proceso deportivo”, asegura Bernardo.
El hijo no se queda atrás. “En el año 2008 nos solicitaron alguna ayuda para organizar este deporte en los Juegos Nacionales y aquí estamos, con toda la intención para ver cómo crece este proceso”. Ambos son una llave inseparable al servicio del tiro paranacional.
Prensa Coldeportes - Acord
