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De los distintos actores del fútbol, los únicos que nunca celebran son los árbitros. Su labor es impartir justicia, nada más. Andrés Rojas, referee profesional de la primera división colombiana, lo tiene claro, como también que en su otra labor puede darle rienda suelta a la emoción, tal cual lo hizo este sábado en el campo sintético del Parque Deportivo.
Una vez Jhon Alexander Hernández anotó el segundo y definitivo penalti para Bogotá, entró a la cancha para armar el círculo de júbilo. El título del Fútbol 5 de los Juegos Paranacionales volvía a ser de la capital tras el 0-0 frente a Cundinamarca en los dos tiempos de 30 minutos y la prórroga de 10 más. Era un grito contenido que soltó con el alma.
“¡Campeooones, campeooones, olé, olé, olé!”, exclamaba Rojas, que lejos estaba de ser ese hombre impoluto que irradia autoridad con el pito. Esta vez era un tributo al éxtasis, bañado en espuma, mucha espuma. Como metodólogo del Instituto Distrital para la Recreación y el Deporte, tenía todo el derecho a festejar.
“Hace 10 años trabajo con el IDRD, pero desde hace tres hago parte del grupo de metodología en el área paranacional”, especifica este bogotano, que casualmente se estrenó en las pasadas justas celebradas en Cúcuta. “En esa ocasión trabajé únicamente con los deportes de pelota, específicamente en fútbol. Ya en estos de Tolima, uno de mis compañeros tuvo un percance personal que le obligó a marginarse, por lo que tuve que asumir para todos los deportes”, agregó.
La capital ratificó el desarrollo en el deporte para atletas con discapacidad. Un logro que enorgullece a Rojas, pero de todos los oros, el del Fútbol 5 le tocó más fibras porque “habitualmente son partidos muy disputados, es uno de los deportes insignia y este triunfo fue algo que se trabajó bastante”.
También resalta que desde el Instituto, “se viene haciendo una labor ardua, con planificación de tres años porque no habían terminado los Paranacionales de Cúcuta y ya se estaban proyectando estos con un equipo multidisciplinario que cuenta con todo el apoyo y las condiciones para pensar siempre en mejorar”.
Esos principios también los aplica para el arbitraje, afín a su rol de metodólogo porque “ambos tienen en común el rendimiento deportivo”. “Como central y en mi trabajo con el IDRD siempre hay que utilizar los mejores estándares de calidad para cumplir las metas”, argumenta.
Eso sí, agradece al Instituto las facilidades que le ofrecen para poder pitar en el FPC. “Son bastante condescendientes y cuando salgo designado, me autorizan para los desplazamientos, lo cual me compromete para tener siempre temas adelantados. Hay que estar un paso adelante siempre”, asegura este licenciado en educación física de la Universidad Pedagógica, con especialización en deporte para la salud de la Universidad del Rosario.
De ahí que en medio de la celebración, advierta que desde la próxima semana, de nuevo en Bogotá, siga con la proyección para los deportistas que estarán en los Paralímpicos de Rio, los que competirán en distintos certámenes y también, iniciar el nuevo ciclo hacia los Paranacionales de 2019.
Por lo pronto, en la concentración de Bogotá para las justas en Ricaurte, la cena fue otro motivo para festejar el título, el que lo transformó por completo. El mismo que tenía una razón extra: justo este sábado llegó a 31 años de edad. Y Andrés sí que los cumplió feliz.
Prensa Coldeportes - Acord
